SILVESTRISMO,CULTURA,ARTE Y TRADICION.

No sé si la palabra silvestrismo ó silvestrista es la ideal para definir a un pajarero, pero no cabe duda que tal y como está enfocado el silvestrismo actual le podemos catalogar de cultura, arte y tradición.
DE CULTURA
Porque es evidente que el silvestrismo lo llevamos en la sangre, es parte de nuestra vida cotidiana, y además, es un deporte demostrado a lo largo de 60 ó más competiciones anuales registradas en calendario. Digamos que no es fácil arrastrar a un colectivo con más de 2.000 silvestristas con sus respectivos pájaros cada domingo a participar en concursos ó campeonatos de canto, para que encima dudemos de esta actividad como parte de nuestra cultura, pues en realidad estos concursos no son otra cosa que, exhibir en competición el esfuerzo y dedicación que a lo largo de todo un año hemos sido capaces de inculcar en un ave de compañía tan maravillosa como es un jilguero ó un pardillo.
DE ARTE
No cabe duda que el sacrificio y dedicación continuado a lo largo de todo un año para capturar y seleccionar adecuadamente los pájaros mejor dotados y poner en libertad a los inservibles para nuestras pretensiones canoras, es un arte, y que además, como pasa en una gran mayoría de competiciones, que el dominio absoluto de las mismas, ó en nuestro caso, entender el lenguaje de los pájaros, no esta al alcance de todos los aficionados, lo convierte en más arte todavía.
DE TRADICCIÓN
Por todos es sabido que la costumbre de que estas aves nos hagan compañía se remonta a tiempos inmemoriables, pero no hace falta remontarse a tiempos muy lejanos, nos con vasta saber que, estas aves fueron utilizadas para la educación de algunas razas de canarios hace de esto más de 500 años.
Posiblemente estamos hablando de la actividad que más ha progresado y mejor a encauzado su itinerario en los últimos años, pues no es nada fácil transformar a un pajarero (con una tradición antiquísima de capturar aves a libre albedrío) el silvestrista, es obligado a cumplir unas normas reguladoras quizás demasiado estrictas. Debemos tener presente que, si seguimos oprimiendo el cerco a este ritmo tan acelerado de alguna manera estaremos avivando el casi olvidado furtivismo.
Debemos ser objetivos y conscientes de que reduciendo las capturas al colectivo de silvestrismo, no vamos a conseguir nada positivo en el mundo de estas pequeñas aves cantoras, pues cuantas menos aves se capturen mayor será el porcenteje de mortandad en nuestros sofisticados sistemas de cultivos.Y esto si que para tomarselo en serio, pues ya casi no quedan verderones en nuestros campos, los verdecillos, aunque de momento más abundantes correrán la misma suerte de los anteriores, pues aunque estas dos especies no son capturadas en nuestra región, igualmente estan sufriendo las consecuencias de las fumigaciones vertidas en huertos de cítricos y otros frutales.
No sabemos si es competencia de la administración intentar poner solución a la venta ilegal de este tipo de insecticidas, lo cierto es que, cada vez son más frecuentes en nuestros campos y tienen la particularidad que es eficaz para todo tipo de plagas, derivándose de ello un gran ahorro económico para los atrevidos consumidores, lo cual nos conduce a pensar que esta muy lejana la idea de no consumir estos productos, pues el sustancioso ahorro económico les impedirá recapacitar sobre ello. Mientras tanto, los verdaderos protagonistas de este holocausto siguen siendo las aves de pequeño tamaño.
El silvestrismo como tal, no es tan complicado como aparentemente nos quieren hacer ver, pues pretenden encasillarle dentro de las actividades mas discriminadas a todos los niveles, sin darse cuenta que posiblemente sea la actividad más confortable y selectiva dentro del gremio de cazadores, asi pues, a pesar de sus duras críticas, todavía podemos decir con orgullo, que se mantienen en perfectas condiciones las poblaciones de estas aves en estado silvestre.
También nos gustaría dejar suficientemente claro que, el colectivo de silvestrismo, ni por asomo es el culpable de posibles irregularidades que pudieran haberse observado en las poblaciones de algunas especies de aves silvestres, pues ya es hora de ver las cosas con el realismo que merecen, No debemos autoengañarnos buscando a un culpable ajeno a la realidad.

Quiero desde aqui saludar a los grandes silvestristas que andamos por este foro que a buen seguro por estas fechas estamos en pleno ejercicio de nuestra practica entrañable.
FELIZ VERANO